Carta triste a Bob

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Pues sí, Bob,
los tiempos están cambiando,
éramos entonces unos críos
asomados a un patio
lleno de flores,
hubiéramos entregado la vida
sin reservas
y ahora amo
todo lo que temo perder,
también amo a Bach y al capitán Garfio,
maestro de maestros
que luchó contra la idiotez
y perdió,
tal vez por eso ahora se enteren
que el viento azota el norte
y en Madrid anden cogiendo un taxi
porque llueve.
No sé Bob,
quizá fuimos nosotros los cambiados,
tengo pruebas,
siempre que veo un niño
asomado a un patio,
no reprimo el impulso
de darle dos besos
y llevarlo dormido
a la cama.


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Cotidiano

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Ni te miro curioso
ni basta con escucharte
para alegrarme el día
pero te quiero
aunque sea un te quiero
de sofá y zapatillas
mirando a la tele
antes de irme yo solo
a la cama.


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El mundo ....

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El mundo está lleno de imbéciles
de radio deporte y libros malos.
De vez en cuando te golpeas
con algo interesante
intentas militar en su secta
como entrabas a misa de doce
pero ya no eres el mismo,
no eres puro
y una mitad tuya
queda en la ópera, el bar, la trinchera
en los sitios por los que anduviste
donde te has dado cuenta
que el mundo está lleno de imbéciles
pero tú no estás en ese bando.


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Europa ha caido

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Europa ha caído ante nosotros,
encargaron fiestas
tocaron un himno
y los muchachos de la hitlerjudgen
lanzaron sus banderas liberales
hacia el cielo del norte,
aún seguían lanzado globos
y ya vomitaban los yonkis
sobre el muro de John Lennon,
la vieja que aplaude a nuestro lado
de niña se desmayaba oyendo al Fuhrer,
un turco la está esperando
para arrancarle a bocados las entrañas.
Nosotros observamos
el resto de la hoguera
en las botas sucias
de los militares.


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