viernes, mayo 05, 2006

Tú, repartías lo que quedaba de noche


Tú, repartías lo que quedaba de noche
mientras yo,
estrujaba los restos de tu presencia.
Recorríamos así, juntos,
infinitos países
de sádicas sonrisas.
Yo quería estar tan contigo...
abrazarme a tu vientre,
sentirme aún más cercano
a este refugio
del que pronto iban a despojarme.
Importaban los minutos,
los segundos de tu estancia,
el calor de tu vientre en mis encías,
tu rota mirada sobre aquella arcana ilusión mía.

Al final, éramos ya dos iguales,
como antes de iniciarse aquella noche,
o como antes de adorar a la gran mentira
que últimamente se nos cruza
por algún rincón de nuestro dormitorio.


.

  • amigusto