jueves, enero 03, 2008

Stevenson


Tan lejos de las lluvias tropicales
y los esbeltos veleros,
recuerdo aquel pirata
de alma gastada
que una tarde
arruinó su cuerpo y su dinero
en la taberna.

Su plácida mirada sólo tiene enemigos.

Y es que
el mar del sur que nos mostraste,
martillo de inocentes,
no admite compañeros
en sus fondas,
como no admiten tus estrofas
otros ojos que no lean
bajo la triste luz
de los solitarios.

.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio

  • amigusto